Lo que le pasó a Neymar y a Brasil no es gracioso
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Lo que le pasó a Neymar y a Brasil no es gracioso
Sin ánimo de recargar las tintas no me parece bien que los argentinos se burlen de la lesión que tuvo Neymar y de que Brasil se haya quedado fuera del mundial (y son los organizadores). Lo que pasa es que se pone al fútbol como indicador del éxito de una nación y la identidad queda definida de una camiseta.
Foto, fuente: Pixabay

El error surgió cuando el mundo se dividió en países de forma artificial, lo cual fue necesario para garantizarle a un conjunto de personas derechos que de otra forma no hubieran tenido. Pero ¿por qué? Según nuestro sistema los habitantes de un país están más evolucionados que otros porque disfrutan de mayor prosperidad.

Otra vez, se define la identidad de una nación por su situación económica. Los argentinos tenemos una tierra bendecida, con clima, recursos y paisajes de lo más variados y completos. Sin embargo tenemos dificultades para prosperar como sociedad y para que haya paz y armonía.  Lo que pasa es que hemos olvidado los verdaderos valores y los hemos reemplazados por los valores del consumo y del "sálvense quien pueda". Pero nuestro corazón no puede  estar completamente satisfecho con cosas físicas.

Entonces nos preguntamos porque si tenemos recursos y un techo, y si somos afortunados no nos faltan la comida y la ropa; decía, nos preguntamos porque no somos felices. Muchas veces no nos hacemos esta pregunta conscientemente pero no hace falta ser un observador avezado para darse cuenta que hay gente que a pesar de tener todo vive estresada y es violenta.

Eso pasa en el fútbol. A pesar de que el mundial se está desarrollando con paz en términos generales, vemos un tipo de violencia más sutil como por ejemplo la de mis compatriotas argentinos cantando canciones mofándose de Neymar y su columna o los canales cantando la canción "Brasil decime que se siente...".

Cuando veo esto me da vergüenza ajena. Pero lo que pasa ahí es que se juega mucho más que un partido de fútbol y es que las personas se identifican con su país y su equipo tanto que hasta se definen a si mismos en base a estos. Olvidan que el fútbol es solo un juego. Es verdad, en un juego hay vencedores y perdedores pero no hay que tomar esto último como una afrenta a la autoestima.

Hay dos cosas, por un lado el alma y por otro el cuerpo y no hay que confundirlos. No hay que actuar como si uno perteneciera al país donde nació el cuerpo, porque la verdad es que el alma hoy puede nacer en un país y de acuerdo a su karma en el futuro puede nacer en otro. La actual creencia del país donde nacemos es un problema endémico, porque de chiquitos todos aprendemos unos "valores nacionales" y entonces sufrimos cuando son amenazados por un elemento extraño.

La culpa no es del gobierno o de las empresas porque todos funcionamos bajo el mismo programa

 

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