El respeto es ver a todos como almas hermanas porque en esencia todos somos iguales, es decir, compartimos un conjunto de cualidades innatas que toman una forma determinada de acuerdo a las experiencias que tengamos. Tomar conciencia de quienes somos en esencia es despertar al sueño de la ignorancia y nos ayuda a que las experiencias las elijamos nosotros y que no sean algo que simplemente nos ocurre.

Tener respeto significa que no veo la forma del otro sino que veo siempre lo que está más allá. Más allá de su comportamiento veo la bondad y belleza innata y no la deformación de su carácter producto del tiempo y las circunstancias que le ha tocado atravesar.
Los demás pueden ponernos frenos a nuestro avance hacia una mejor calidad de vida y puede parecer que recibimos mucha oposición cuando solo buscamos hacer las cosas bien y éticamente. Pero el remedio para la OPOSICIÓN es permanecer firme en nuestra POSICIÓN de almas llenas de cualidades y virtudes espirituales. De esta FE y FIRMEZA emerge toda la FLEXIBILIDAD y TOLERANCIA que necesito para atravesar la oposición. Esto es una gran SABIDURÍA.
También tengo que volar con las alas del alma sobre las nubes de las situaciones adversas. Las alas del alma son el CELO y ENTUSIASMO. No descorazonarme nunca sobre todo cuando vienes las pruebas. Las pruebas son bendiciones disfrazadas. Sin ellas no podre saber dónde realmente me encuentro en el camino. Siempre lo que cuesta vale.
Hoy en día parece que el mundo ofrece mucha oposición al ser y hasta parecería que en algunos casos fuera mejor hacer la plancha y esperar que pasen las olas, eso también es bueno porque la corriente de la vida cada vez me arrastra más fuerte. Pero no tengo que olvidarme de nadar incluso contra la corriente porque de lo contrario me ahogaré.
En este mundo estamos para ser felices, pero la felicidad cuesta ahora, y es porque nos hemos desconectado de la esencia interior de cada uno de nosotros donde se encuentran las virtudes espirituales. Pero sin importar que situación me toque afrontar o quien está delante mío no tengo que olvidar que “LA FELICIDAD ES NUESTRO DERECHO DE NACIMIENTO DIVINO”.
Somos hijos de Dios y nuestro Padre no nos dejaría realizar acciones que no fueran para nuestra felicidad. Por eso si el mercurio de la felicidad no indica un nivel aceptable de felicidad es que no estamos siguiendo al Padre, que es también nuestro Guía. En el momento en que nos caigamos inmediatamente recordamos que “LA FELICIDAD ES NUESTRO DERECHO DE NACIMIENTO” y cortamos con todo otro tipo de comportamiento.