Cada obra que nace desde la contemplación tiene su propio pulso, su propia memoria. En este caso, Soul, Body, Heaven, Earth fue sembrado como un mantra musical, un llamado al alma para recordar su ciclo, su misión, su regreso.
El videoclip fue concebido como un pequeño ritual: neblina, geometrías, fuego, aire, símbolos y silencios. Todo guiado por la progresión emocional del tema y su dimensión espiritual.
El cierre lo acompaña una voz femenina que recita un texto sobre la reencarnación, el llamado divino y el portal abierto hacia el mundo sutil.
Te invito a verlo, escucharlo y sumergirte en lo que hay detrás de cada plano, cada acorde, cada vibración.
Gracias por estar presente. Que esta obra te acompañe en el retorno hacia vos mismo. Om Shanti.