Dios, El Protector de los devotos
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Dios, El Protector de los devotos

¿Por qué los amigos se van? ¿Por qué las almas van y vienen en mi vida? ¿Quién queda cuándo alguien deja un vacío en mi corazón cuándo decide partir? Estos y otros interrogantes intentaremos explorar en este post ¿Estás listo? Es una viaje que llega al alma y de ahí directo Al Alma Suprema.

Foto, Fuente: Pixabay

¿Por qué los amigos se van?

Porque en este mundo físico, las relaciones no son permanentes, es más cómo dice El Buda, la principal característica de este mundo es la impermanencia. Por lo tanto es una futilidad aferrarse a las las personas de este mundo. Esto es más fácil decirlo que hacerlo, sobre todo cuándo la experiencia que se venía teniendo con esa persona era grata y parecía una felicidad más o menos duradera, pero ¡¡saz!! en el momento menos pensado la persona se retira, y lo único que queda es su recuerdo, y aunque sea doloroso hay que hacer de tripas corazón y seguir adelante. De a poco, a nuestro ritmo, pero siempre avanzando hacia la mejora constante.

¿Por qué las almas vienen y van en mi vida?

Porque estamos unidos por un hilo sutil que nos conecta a todos en mayor o menor grado. Es el hilo del karma, una red de semillas conectadas por la energía de los pensamientos, palabras y acciones que tuvimos y tenemos en un contexto determinada, y que a la vez, está unido con otros contextos, formando el karma de comunidades e incluso de mundos completos como el nuestro. Son las leyes de la física que interactúan para darnos cómo resultado que para cada acción hay una reacción igual u opuesta.

El karma no es ni bueno, ni malo, la palabra karma quiere decir acción en sanscrito, lo que si es cierto es que si las acciones que realizo son de buenas intenciones y buscando el mayor bien para el mayor número de personas, está claro que estoy sembrando una semilla de paz y felicidad para el futuro, y esto incluye a las relaciones. Más si la semilla que siembro genera alguna desarmonía en el entorno, en algún futuro más o menos lejano, la desarmonía vendrá a perturbar mi paz y por ende la felicidad se alejará de mi alcance.

Por lo tanto debiera tener cuidado con lo que siembre, si me meta es cuidar mis vínculos a mediano y largo plazo, sobre todo los que más dulzura aportan a mi vida, por lo cuál debe haber una relación basada en el juego limpio y la honestidad, por nombrar solo dos virtudes o cualidades positivas que deben reinar en los momentos que comparto con esas relaciones.

No obstante, a veces, porque nuestra mente e intelecto no están claros, actuamos impulsados por pensamientos que no son del todo positivos, o hay mezcla de pensamientos positivos y no tanto, por ende la calidad del fruto que obtengo no es dulce del todo, porque no puedo obtener un fruto de una semilla que no planté.

No puedo obtener un fruto de una semilla que no planté.

La historia que compartimos a veces termina por causas naturales

Además del fruto de nuestras acciones en una relación, influye también en esta una historia, un guion que compartimos cómo almas en el campo de la acción. Un guion que tiene cómo objetivo que cada alma experimente el mayor grado de felicidad cómo fruto de simplemente ser humano, y cuándo me refiero a humano, me refiero a todas las cualidades naturales que poseemos cómo especie, a saber, la empatía, la solidaridad, el amor, la benevolencia, la paz, la paciencia, la tolerancia, etc.

Estas cualidades eran más naturales en el pasado, cuánto más nos remontamos en la historia, más fácil veremos que la gente interactuaba con más paz y felicidad había, más contacto con la naturaleza y con Dios.

Después, producto del desgaste de la interacción en una cada vez más excesiva conciencia de cuerpo, fuimos perdiendo la esencia de nuestros valores, y la capacidad que teníamos de vivir en la virtud cómo regla, y llegamos al punto en el que nos encontramos hoy en dónde la virtud es casi la excepción. No obstante nuestro sistema sigue funcionando, no se por cuánto tiempo más lo hará.

Por eso tenemos la posibilidad ahora de enmendar nuestros errores. Lo primero que debiéramos hacer es contarle a Nuestro Mejor Amigo, Nuestro Padre, Nuestro Amado, aquellos errores de los que nos arrepentimos y pesan en nuestra conciencia, con la Fe de que al confiarlas a Dios, y está claro que hablo de Él, los mismos se reducirán en carga hasta la mitad. Lo cuál nos dará la levedad necesaria para encontrar la forma de saldar la otra mitad a través de pensamientos, palabras y acciones puras.

Un proceso que me ayuda mucho a mí a liberarme de las consecuencias negativas de acciones pasadas es alternar períodos de meditación y acción.

Así qué es cierto, a veces las relaciones terminan porque nuestro historia juntos, nuestro dar y tomar con esa persona o conjunto de personas termina, pero ahí es el momento de tomar conciencia de que El Drama de la vida es perfecto y de que siempre lo que sucede es lo mejor para ti y para el mayor número de personas y actuar siempre en este sentido. Muchas veces no es un adiós, sino un hasta luego, esta última idea está potenciada por el concepto de la reencarnación, que garantiza que si actuamos de corazón en cierto vínculo, si volvemos a cruzar nuestros caminos con esa alma, la experiencia del reencuentro será en condiciones agradable.

¿Quién queda cuándo alguien deja un vacío en mi corazón?

Atendiendo a las cuestiones que acabamos de describir, es fácil la respuesta a esta pregunta, queda Dios, Nuestro Padre del alma y nosotros las almas. Somo almas, puntos de luz incorporal en el centro de la frente, hijos todos de La Autoridad Todo Poderosa, más su poder no se resume a que puede saber todo lo que hay en nuestro corazón y nuestra mente, sino más bien porque su recuerdo nos puede llevar más allá de la conciencia del cuerpo y capacitarnos para tener una conexión de corazón a corazón con Aquel que nos limpia de todas las negatividades y las preocupaciones.

Aquel que nos prepara para ya no tener que renacer en este mundo de sufrimiento y experimentar falta de paz, porque es el Océano de Paz y nos llevará a la Morada de la Paz. Su misión es venir cada 5.000 años, independientemente de nuestros vínculos y relaciones aquí en la tierra, pero a su vez conecta toda nuestra historia y nos explica el sentido de la misma, la razón de toda la cadena de acciones y reacciones que se vienen produciendo desde que permitimos que el mal entre en nuestros corazones, pero Él no nos castiga porque esto haya sucedido, Su Misericordia es ilimitado, al igual que su amor por nosotros, y cómo es El Padre Sin Vicios, lo que nos cuenta y forjar un vínculo con Él (Raja Yoga), tiene la capacidad de librarnos de todas nuestras cargas del pasado y por eso más arriba te decía que le cuentes aquellas acciones cuyas consecuencias te están pesando de alguna forma en el presente en tu vida.

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