Existen formulas para experimentar un equilibrio armónico que permita sentir cierta paz interior, pero la meditación es un método muy efectivo para lograrlo. No obstante, sea cuál sea el método elegido es cierto que no se logra el objetivo mágicamente o de la noche a la mañana. La base de dicho logro es la práctica y una vez más la práctica.

La meditación tiene lo que yo considero 3 etapas básicas: concentración, realización y absorción.
Veamos 3 palabras acerca de cada una:
1-Concentración: Es el estado en el que el alma, hace esfuerzos, qué en un principio pueden parecer arduos, para dirigir los órganos de los sentidos desde el exterior; que es la dirección en que generalmente están volcados y "apuntarlos" hacia el interior. Al mundo interno de ideas y pensamientos, para luego ir más allá y llegar a la segunda etapa.
2-Realización: Una vez que el alma se concentra en que es incorporal, un ser que está justamente más allá de los órganos de los sentidos, se desapega de ellos, y redirige su energía, hacia dónde se considera que está esta ubicada en el cuerpo en muchas escuelas y filosofías de la India, hacia el tercer ojo, en el centro de la frente. La realización paulatina de su propia naturaleza, cómo espiritual e incorporal, hace al alma, tomar conciencia de la luz y energía que viene de Un Ser Especial, que está por encima y delante nuestro, El Padre del alma, pero para poderse experimentar nuestra filiación Divina con Él necesitamos continuar con la practica de la meditación, hasta que el alma se absorbe en el recuerdo de quién es Él, más allá de los órganos de los sentidos, libre de influencias y atracciones del Mundo Físico y Sutil. El alma se absorbe en el recuerdo de Su Padre y esa es justamente la tercera etapa.
3-Absorsión: Con completo desinterés por el Mundo, el alma se complace en el recuerdo de quién era originalmente, antes de venir a la experiencia física. El alma, no necesita nada más, puede permanecer en este estado indefinidamente, junto a su Padre, en el Hogar, de completo silencio, Morada original de las almas y del Padre; punto de comienzo y punto de reencuentro con Nuestro Progenitor Espiritual. A Él aspiramos todos cuándo nos sentimos perdidos en el mundo. Cuándo sentimos que hemos sido abandonados a nuestra suerte. Cuándo sentimos que necesitamos colmar nuestras más profundas tendencias espirituales. Nuestras más básicas necesidades de bienestar y paz. Estas antiguas necesidades podemos colmarlas justamente, con esta antigua disciplina que es la meditación.
Te dejo un link a un comentario de meditación, para que puedas experimentar tu Filiación Divina con El Padre y una confraternidad con toda la humanidad. =>Click Aquí