A veces vale más una sonrisa que explicar una y otra vez qué es una sonrisa
Home/Vivir con espiritualidad / A veces vale más una sonrisa que explicar una y otra vez qué es una sonrisa
A veces vale más una sonrisa que explicar una y otra vez qué es una sonrisa

Esta noche estaba viendo las clases de Brahma Kumaris de su sitio oficial y me encontré con una de Ramnath Bhai que tiene muchos, muchiiiiiiiiiiiiisimos años estudiando en la institución y realmente me hizo pensar, porque el atribuía mucha importancia a la práctica del conocimiento espiritual, no así a la acumulación de información en el intelecto.

Foto, fuente: Youtube

Para esto él decía que lo que tenemos que compartir con los demás es la experiencia del conocimiento, no la mera información, y para esto decía que tenemos que enseñarnos primero a nosotros mismos para luego enseñar. Decía: Enseñar a otros es fácil, lo que es más difícil es enseñarnos a nosotros mismos.

Para enseñarnos tendríamos que recordar algún punto de lo que leímos o estudiamos (espiritualmente) y practicarlo concretamente. No es necesario recordar todo. Empezar con un punto y ponerlo en práctica cuando nos sea posible. Por ejemplo el punto de no criticar, es decir en vez de pensar ¿Qué? ¿Por qué? Pensar es un alma y somos hermanos espiritualmente.

Pensar de otra forma es un gasto de tiempo y energía. Tenemos que sacar la experiencia positiva de aquello que estudiamos. Esto nos ayudará para cuando nos queramos sentar en meditación, el alma irá directamente a la conexión con su naturaleza espiritual y entonces será posible experimentar la compañía de Dios.

Dios nos da su poder para conquistar la negatividad. Estudiando y practicando todos los días lograré ir más allá de los pensamientos negativos e inútiles. Estos pensamientos me tiran hacia abajo por la fuerza de la gravedad.

Finalmente Ramnath Bhai dice que tengo que aprender a convencer a la propia mente, para convencer a otros de las cualidades de una vida espiritual.  Primero me tengo que convencer a mí, de tal manera que esos pensamientos inútiles ya no vuelvan más. Sino no podré elevarme. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *