Si sigo esperando que algo ocurra “como caído del cielo” sin que de parte mía no se mueva ni siquiera un dedo continuaré a la deriva, como arrastrado por la corriente de la inercia. Dios quiere ayudarme, pero ¿cómo podré recibir la ayuda de una persona que ni conozco? Dios es El Alma Suprema.

Dios es un Punto de energía incorporal, Radiante y Dichosa que nunca pierde la conciencia de sus cualidades originales como si nos ocurre a nosotros. Él nos conoce en lo más profundo porque Él conoce nuestra historia y se vuelve un testigo imparcial de nuestros actos, hasta que su rol de elevar a la humanidad comienza. Cuando comienza este rol Él se revela a los hijos.

Entonces ¿Cómo puedo permanecer feliz aún frente a las adversidades que nos presenta la vida hoy en día? Volviéndome un ayudante del Padre en esta tarea de elevar a la humanidad. ¿Y qué es lo que nos pide Él Padre? Que lo recordemos a Él en su forma y nombre: El Alma Suprema, Shiva. De esta forma los pecados de muchos nacimientos podrán ser quemados en el fuego de este recuerdo amoroso.

Pero ¿Qué es lo que puedo perder? de todas maneras el culto a lo material no me hace completamente feliz porque ese no es el objetivo de nuestra vida. De alguna manera sabemos que lo único que nos puede hacer feliz plenamente es un propósito elevado que incluya hacer algo por mis hermanos las almas. Mi recompensa será una vida plena de felicidad sin carencias, empezando por lo espiritual.